Yo no lo vote. Siquiera tuve la deferente posibilidad.
Allá a lo lejos, mientras en sus postrimerías transitaba el siglo pasado, un ignoto pequeño empresario de barba oscura se alzaba en los comicios presidenciales. Nunca más ocurriría un acontecimiento de esa fatuidad en nuestro Dechado de Virtud

Éramos humildes niños que agitábamos nuestras ilusas camisetas sangre y luto en cada partido disputado sobre el verde esmeralda del Estadio Parque Independencia. Y discutíamos hasta la violencia con un efímero puñado de compañeros del colegio a los cuales la vida lamentablemente los había dejado sin aliento (por esas épocas ya se los avizoraba como una huraña especie en peligro extinción).
Hoy se ha convertido en El Parque de la oscuridad corrupta de un individuo de barba blanca y vejez flagrante, protervia inconmensurable y quietud inasequible al corazón y a la razón.


Nos hemos convertido en adolescentes, algunos en adultos. Aun somos humildes. Seguimos revoleando algún trapo, un tanto menos iluso en algunos casos, constreñidamente camuflados entre la gente indiferente desde los cuatro costados del ahora Estadio Coloso del Parque con un pasto verde oscurecido por el horror de la dictadura; o desde la paradigmáticamente impoluta esquina de Córdoba y Moreno, situada en la plaza del Libertador de America que observa con esperanza la resistencia leprosa desde su caballo. - La copa libertadores una obsesión… tenés que dejar el alma y el corazón, tenés que dejarlo todo por Ñuls Old Boys - pide a gritos la canción.


Ayer el flamante electo gobernador de La Provincia Invencible poniendo fin a dos décadas de corruptela pseudo peronista; tras dos horas de ejercicio del debido derecho de peticionar ante las autoridades, de petitorios, de actos, de quimeristas marchas tuvo la deferencia de dialogar con los socios e hinchas autoconvocados; con los pibes en definitiva. Así es que un señor de lengua larga y simpática llamado Oscar, negándose con una mágica sonrisa a dar su apellido, salio del recinto y anuncio La Buena Nueva. Instantes antes, militantes que se dicen “socialistas” había susurrado por lo alto: - “¿por que no le hacían lo mismo a los peronistas?” – la respuesta es obvia, primero éramos niños y más tarde nos pegaban.Según trascendió, Hermes Binner dijo no estar al tanto de lo que pasa en Ñuls (club del cual es simpatizante), pero en otro momento dijo que quería, valga la redundancia, asegurar dentro de las tribunas la seguridad de los opositores.


También dijo que creía en las instituciones. Pero si bien hay algunos pasos adelante paradójicamente las instituciones durante su gobierno han declarado abstracta la causa sobre las no elecciones pasadas y no han removido una junta electoral elegida en asamblea sin la presencia de los sectores opositores, en la que forma parte un barra brava al que se le niega el ingreso por derecho de admisión a los partidos de la selección nacional, justo una semana después del pacto entre el obscuro y la provincia sobre lo abstracto de la causa y han dejado la zona liberada el 2 de junio para que los barra bravas golpearan e intimidaran a la gente que intentaba manifestarse pacíficamente, como siempre.


Pero lo más estrafalario y espeluznante es que el gobernador habría dicho que los autoconvocados eran “autoritarios porque querían imponer su pensamiento”. ¿Estará al tanto de que lo único que piden estos chicos es poder votar en elecciones limpias? ¿No sabe que su mail se denomina eleccionesya@hotmail? ¿Ni si quiera se le ocurrirá que todos los hinchas queremos democracia? ¿No advirtió que en Ñuls no hay elecciones desde 1994 y que nos golpean? Si es así Ud. debe presentar la renuncia y dedicarse a la medicina.


Sr. Hermes Binner, salga de la coautora y holgada neutralidad, empápese en el lodo de la democracia, póngase al tanto, anotíciese que nosotros nacimos en democracia y no concebimos otra forma de gobierno. Hasta sentimos cierto pudor de cortar calles y molestar a la gente. Pero si no existiese el derecho de peticionar a las autoridades cuando el estado nos abandona, no nos hubiera convenido firmar tácitamente el pacto social del que hablaba un tal Juan Jacobo.

Sr. Binner, yo lo vote.

un abrazo, jorge.